La escritora de Hurlingham Samanta Schweblin premiada en España
POR SU OBRAS “SIETE CASAS VACÍAS”

La escritora de Hurlingham Samanta Schweblin premiada en España

Samanta Schweblin la escritora de Hurlingham, que hoy vive en Berlín, fue galardonada con el “IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero” por su última obra literaria “Siete Casas Vacías”.

La escritora de Hurlingham Samanta Schweblin premiada en España

Por Redacción El diario // Martes 14 de abril de 2015 | 09:41

 

POR SU OBRAS “SIETE CASAS VACÍAS”
La escritora de Hurlingham Samanta Schweblin premiada en España
Samanta Schweblin la escritora de Hurlingham, que hoy vive en Berlín, fue galardonada con el “IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero” por su última obra literaria “Siete Casas Vacías”. El libro de Schweblin se impuso entre más de ochocientos cincuenta manuscritos presentados por autores de 33 países diferentes.
La obra “Siete casas vacías”, de la escritora de Hurlingham Samanta Schweblin, ganó el IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero. El galardón fue anunciado por el jurado de este certamen literario bienal dedicado al género del cuento en lengua española.
Schweblin relató que “Siete casas vacías” consta de siete cuentos “que tienen que ver con nuestra vida cotidiana, que suceden en un plano real y cercano, pero en el que ocurren algunas cosas que funcionan como válvulas de escape, como ollas de presión, buscando soluciones que quedan por fuera del pacto sociocultural de la normalidad”. Por otro lado la propia autora subrayó que trabajó tres años en esta obra y que aunque parte de las historias las escribió en Berlín y Buenos Aires todos son cuentos porteños.
Con sus cuentos, la escritora “vuelve a indagar en la normalidad rara o la rareza de lo normal”, destacó el jurado, presidido por el escritor argentino Rodrigo Fresán. “Siete casas vacías es un libro habitado por situaciones familiares u conflictos vecinales en los que predomina un costumbrismo perverso que explora los amores desviados y las formas más singulares de la ternura”, añadió el tribunal, que integran el argentino Andrés Neuman, la española Pilar Adón y la mexicana Guadalupe Nettel, ganadora de la edición anterior.
El galardón, que está dotado con 50.000 euros, es una iniciativa conjunta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero y la editorial Páginas de Espuma, especializada en el género del cuento español y latinoamericano. El premio fue entregado en un acto celebrado en la Casa América de Madrid.
El libro de Schweblin se impuso entre más de ochocientos cincuenta manuscritos presentados por escritores de treinta y tres países diferentes.
La obra premiada consta de siete cuentos “que tienen que ver con nuestra vida cotidiana, que suceden en un plano real y cercano, pero en el que ocurren algunas cosas que funcionan como válvulas de escape, como ollas de presión, buscando soluciones que quedan por fuera del pacto sociocultural de la normalidad”, explicó Samanta.
Samanta Schweblin, quien actualmente vive en Berlín, donde imparte talleres literarios en el Instituto Cervantes y en su propia casa se enamoró de la literatura leyendo a los autores del “boom” latinoamericano, pero aprendió a escribir “con los norteamericanos”, entre ellos con Flannery O’Connor, Hemingway, John Cheever, Raymond Carver y J. D. Salinger.
“Hice un cruce entre la fuerza, la magia y lo insólito de la escuela latinoamericana y la precisión, el control y la tensión de la norteamericana”, dijo la escritora.
Con 37 años, Samanta que pasó gran parte de su vida en Hurlingham confesó que está empezando a sentir la literatura como “algo neurálgico en mi vida”. Schweblin supo cosechar una prometedora carrera de varias obras en su haber, ella se autodefine como “cuentista”, y con Adolfo Bioy Casares y Horacio Quiroga entre sus referentes contó que “a la hora de sentarse a escribir lo que me motiva es el deseo de contar y jugar con la atención del otro, con los miedos, con una promesa de que hay algo que será contado, develado, todo ese juego de tensión y atención me gusta mucho”

El libro de Schweblin se impuso entre más de ochocientos cincuenta manuscritos presentados por autores de 33 países diferentes.

La obra “Siete casas vacías”, de la escritora de Hurlingham Samanta Schweblin, ganó el IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero. El galardón fue anunciado por el jurado de este certamen literario bienal dedicado al género del cuento en lengua española.

Schweblin relató que “Siete casas vacías” consta de siete cuentos “que tienen que ver con nuestra vida cotidiana, que suceden en un plano real y cercano, pero en el que ocurren algunas cosas que funcionan como válvulas de escape, como ollas de presión, buscando soluciones que quedan por fuera del pacto sociocultural de la normalidad”. Por otro lado la propia autora subrayó que trabajó tres años en esta obra y que aunque parte de las historias las escribió en Berlín y Buenos Aires todos son cuentos porteños.

Con sus cuentos, la escritora “vuelve a indagar en la normalidad rara o la rareza de lo normal”, destacó el jurado, presidido por el escritor argentino Rodrigo Fresán. “Siete casas vacías es un libro habitado por situaciones familiares u conflictos vecinales en los que predomina un costumbrismo perverso que explora los amores desviados y las formas más singulares de la ternura”, añadió el tribunal, que integran el argentino Andrés Neuman, la española Pilar Adón y la mexicana Guadalupe Nettel, ganadora de la edición anterior.

El galardón, que está dotado con 50.000 euros, es una iniciativa conjunta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero y la editorial Páginas de Espuma, especializada en el género del cuento español y latinoamericano. El premio fue entregado en un acto celebrado en la Casa América de Madrid.

El libro de Schweblin se impuso entre más de ochocientos cincuenta manuscritos presentados por escritores de treinta y tres países diferentes.

La obra premiada consta de siete cuentos “que tienen que ver con nuestra vida cotidiana, que suceden en un plano real y cercano, pero en el que ocurren algunas cosas que funcionan como válvulas de escape, como ollas de presión, buscando soluciones que quedan por fuera del pacto sociocultural de la normalidad”, explicó Samanta.

Samanta Schweblin, quien actualmente vive en Berlín, donde imparte talleres literarios en el Instituto Cervantes y en su propia casa se enamoró de la literatura leyendo a los autores del “boom” latinoamericano, pero aprendió a escribir “con los norteamericanos”, entre ellos con Flannery O’Connor, Hemingway, John Cheever, Raymond Carver y J. D. Salinger.

“Hice un cruce entre la fuerza, la magia y lo insólito de la escuela latinoamericana y la precisión, el control y la tensión de la norteamericana”, dijo la escritora.

Con 37 años, Samanta que pasó gran parte de su vida en Hurlingham confesó que está empezando a sentir la literatura como “algo neurálgico en mi vida”. Schweblin supo cosechar una prometedora carrera de varias obras en su haber, ella se autodefine como “cuentista”, y con Adolfo Bioy Casares y Horacio Quiroga entre sus referentes contó que “a la hora de sentarse a escribir lo que me motiva es el deseo de contar y jugar con la atención del otro, con los miedos, con una promesa de que hay algo que será contado, develado, todo ese juego de tensión y atención me gusta mucho”

 

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