Femicidio de Castelar: un “macho”
UN HORROR QUE RECRUDECE

Femicidio de Castelar: un "macho" asesino y un Estado ausente

El crimen de la vecina de Castelar Alejandra Polizzi que ayer conmocionó a la sociedad empezó a arrojar datos que estaban ocultos y que dejan al desnudo que algún tipo de intervención por parte del Estado podría haber evitado el trágico final.

Femicidio de Castelar: un

Redacción El diario // Viernes 21 de abril de 2017 | 15:17

 

Según la descripción del médico forense, Alejandra recibió 9 puñaladas en total. La primera fue en la nuca, o sea, por la espalda; la segunda, que es la que le provoca la muerte, fue de frente y le atravesó la carótida; además tiene una lesión en la zona cervical.
La víctima del femicidio no tiene familia directa. Su madre falleció hace aproximadamente tres años. El niño de 8 años, hijo de la pareja, se fue con una tía paterna. El equipo de profesionales de Niñez del Municipio de Morón evaluó que la tía con quien se quedó el nene sea reconocida por el menor y que haya un vínculo afectivo y dio aviso al Juzgado de turno. Hará el seguimiento de cómo sigue el caso prestando atención psicológica al menor, que se encontraba en estado de shock y pedía por su mamá.

El crimen de Alejandra Polizzi que ayer conmocionó a Castelar empezó a arrojar datos que estaban ocultos y que dejan al desnudo que algún tipo de intervención por parte del Estado podría haber evitado el trágico final.

Según publicó Primer Plano On Line en base a testimonios de fuentes judiciales y municipales, los vecinos entrevistados a lo largo del día de ayer reconocieron que Gustavo Flores, el asesino, era un hombre “muy celoso y controlador”. Además, la Justicia tomó conocimiento de que la pareja estaba haciendo una terapia de tipo familiar con un profesional a través de una empresa de medicina prepaga. El motivo eran las diferencias que existían entre ellos por esa desconfianza de él hacia ella.

Otro aspecto que se desprende del aberrante crimen es lo que pasó con la actuación policial. La muerte ocurrió aproximadamente a las 3.30 de la madrugada y el primer llamado al 911 desde ese domicilio data de un rato antes. Horas atrás se conoció un estremecedor audio de la víctima pidiendo ayuda al grito de “¡me mata, me mata!”. Sin embargo, las fuerzas de seguridad no actuaron en ese momento. ¿Puede ser que el 911 no tenga la tecnología para identificar una llamada desde dónde se realiza?

Otros vecinos reconocieron también que Alejandra gritó y pidió ayuda.

Según la descripción del médico forense, Alejandra recibió 9 puñaladas en total. La primera fue en la nuca, o sea, por la espalda; la segunda, que es la que le provoca la muerte, fue de frente y le atravesó la carótida; además tiene una lesión en la zona cervical.

 

 

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